Abstract: This dissertation examines how Spanish imperial nationalism—the belief that Spain and its overseas territories formed a single, indivisible nation—was constructed, mobilized, and enforced by ordinary peninsular immigrants in Cuba during the transatlantic revolutionary crises of 1868–1874. It argues that this ideology, known as integrismo, was not simply a rhetorical tool of the colonial elite or a product of state coercion, but emerged as a genuinely popular political force through the agency of middle- and working-class Spaniards who actively shaped the imperial national project via civic institutions, cultural practices, and violent repression. Set against the simultaneous crises of the Revolutionary Sexennium in Spain and the Ten Years’ War in Cuba, the dissertation shows how tens of thousands of peninsular immigrants rallied to the defense of Spanish rule through the paramilitary Voluntarios, mobilized by the popular press and the civic life of urban Cuba’s public sphere.Drawing on archival sources such as political periodicals, official correspondence, and entertainment media, the dissertation analyzes how this popular nationalism both affirmed a vision of liberal national unity and violently excluded those deemed racially or politically disloyal. It is organized into seven chapters. The first two establish the institutional and ideological foundations of the Spanish imperial nation and examine how colonial officials struggled to assert authority amid revolutionary upheaval. Chapters 3 and 4 explore how integrismo was articulated by peninsular immigrants through the press, civic associations, and public ritual, revealing how nationalist identity was performed and reinforced across class and regional lines. Chapters 5 and 6 turn to ideology, distinguishing between a civic-liberal strand rooted in Cádiz and Riego, and an ethnic vision rooted in peninsular colonial immigration that framed creole separatists and Afro-Cubans as threats to the “family” of the Spanish nation. The final chapter shows how integrismo legitimated both institutional and extrajudicial violence, with Voluntarios acting as autonomous enforcers of national loyalty.By foregrounding the agency of non-elite actors, the dissertation challenges the narrative of nineteenth-century Spanish nationalism as weak or incoherent, and instead presents colonial Cuba as a vital site of ideological consolidation in the formation of Spanish national identity. Esta tesis examina cómo el nacionalismo imperial español —la creencia de que España y sus territorios de ultramar formaban una nación única e indivisible— fue construido, movilizado e impuesto por los inmigrantes peninsulares ordinarios en Cuba durante las crisis revolucionarias transatlánticas de 1868-1874. Argumenta que esta ideología, conocida como integrismo, no fue simplemente una herramienta retórica de la élite colonial o un producto de la coerción estatal, sino que surgió como una fuerza política genuinamente popular a través de la agencia de los españoles de clase media y trabajadora, que dieron forma activamente al proyecto nacional imperial a través de instituciones cívicas, prácticas culturales y represión violenta. Frente a las crisis simultáneas del Sexenio Revolucionario en España y la Guerra de los Diez Años en Cuba, la tesis muestra cómo se unieron decenas de miles de inmigrantes peninsulares a la defensa del dominio español a través de los paramilitares Voluntarios, movilizados por la prensa popular y la vida cívica de la esfera pública urbana de Cuba. Basándose en fuentes como periódicos políticos, correspondencia oficial y medios de entretenimiento, la tesis analiza cómo este nacionalismo popular afirmó una visión de unidad nacional liberal y excluyó violentamente a aquellos considerados racial o políticamente desleales. Está organizado en siete capítulos. Los dos primeros establecen los fundamentos institucionales e ideológicos de la nación imperial española y examinan cómo los funcionarios coloniales lucharon por afirmar su autoridad en medio de la agitación revolucionaria. Los capítulos 3 y 4 exploran cómo el integrismo fue articulado por los inmigrantes peninsulares a través de la prensa, las asociaciones cívicas y el ritual público, revelando cómo se llevó a cabo y se reforzó la identidad nacionalista a través de las líneas regionales y de clase. Los capítulos 5 y 6 se centran en la ideología, distinguiendo entre una vertiente cívico-liberal arraigada en Cádiz y Riego, y una visión étnica enraizada en la inmigración colonial peninsular que enmarcaba a los separatistas criollos y a los afrocubanos como amenazas a la "familia" de la nación española. El capítulo final muestra cómo el integrismo legitimó la violencia institucional y extrajudicial, con los Voluntarios actuando como ejecutores autónomos de la lealtad nacional. Al poner en primer plano la agencia de actores no elitistas, la tesis desafía la narrativa del nacionalismo español del siglo XIX como débil o incoherente, y en su lugar presenta a la Cuba colonial como un sitio vital de consolidación ideológica en la formación de la identidad nacional española.
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